Si bien no todas las lesiones al nacer son prevenibles, muchas ocurren debido a negligencia médica. Las estrategias de prevención incluyen:
- Cuidado prenatal adecuado para monitorear riesgos y complicaciones.
- Monitoreo cercano del sufrimiento fetal durante el trabajo de parto.
- Toma de decisiones oportuna, como realizar una cesárea de emergencia cuando sea necesario.
- Uso adecuado de los instrumentos y técnicas de parto.
Los médicos y hospitales son responsables de seguir las mejores prácticas para asegurar un parto seguro. Si no lo hacen, las familias pueden tener motivos para presentar una demanda por mala praxis médica.